#FutbolFormativo La semana pasada le confirmaron al “Rusito” Guzmán que será parte del plante de 6ta División de Boca Juniors. Tras una larga espera y años de sacrificio, el joven santacruceño tiene la oportunidad de comenzar su camino en el fútbol profesional.
Con 16 años, Joaquín Guzmán, oriundo de Pico Truncado se enteró de la noticia más esperada. “El pasado viernes 15 de febrero después de un entrenamiento en el predio de Ezeiza me citaron a la administración y me comunicaron que iba a ser jugador oficial de Boca Juniors”, le contó a Patagonia Deportes.
“En este momento estoy muy feliz, muy contento y tranquilo. Es algo que soñé desde el día que conocí la pelota de fútbol. Vengo esforzándome, luchando para esto por eso estoy muy feliz de este momento”, remarcó el joven que se encontró con un panorama totalmente diferente al desembarcar en el fútbol profesional de Buenos Aires. “Me encontré con jugadores 2002 que parecen chicos de Primera, con un estado físico de resistencia y de fuerza tremendo. El juego es muy diferente, allá con las canchas de tierra se ensucia mucho el juego, acá es más tranquilo y ordenado”.
El “Rusito” comenzó a sentir la pasión por el fútbol en sus primeros años de vida, cuando empezó a jugar en la Escuela Municipal de Fútbol Infantil (EMFI), junto a su entrenador Andrés Guzmán que además es su padre. A los 15 años pasó a jugar al Club 13 de Diciembre de Pico Truncado en el cual llegó a jugar cuatro partidos en la Primera División de la Liga de Fútbol Norte. “Debuté en Primera, jugué cuatro partidos, hice dos goles y sentí mucho el apoyo de mis compañeros y del Presidente que siempre me ayudó mucho”.
Actualmente se encuentra en plena etapa de pretemporada con el plantel de 6ta División de Boca hasta el comienzo de la competencia oficial dentro de veinte días. Además ya le informaron que en abril tendrá la posibilidad de viajar a Holanda y a fin de año a China.
Sobre el camino que lo llevó a uno de los clubes más grandes de Argentina, Joaquín relató: “en el 2014 fui a una prueba de jugadores en Los Antiguos donde había un coordinador general de Boca. Ahí me llamaron para que vaya a Buenos Aires. Entrené un tiempo pero yo era de poco tamaño y no tenía las condiciones físicas necesarias. Esperé cuatro años y a finales de octubre le mandaron un mensaje a mi papá para volver a probarme. En diciembre me vine a entrenar con 40 chicos a prueba de los cuales solo quedamos cuatro para hacer la pretemporada. En enero vine, y después de tres semanas me confirmaron que ya iba a ser jugador de Boca”.
“Estoy enfocado en lo que estoy haciendo ahora. En trata de mantener el nivel con el que llego, seguir esforzándome y no relajarme porque sé que es un camino duro que recién empieza. Lo que más preciso es debutar en Primera, como cualquier pibe que sueña con jugar a la pelota”, analizó el joven futbolista que juega en posición de diez tradicional e intenta tomar cosas del juego de sus ídolos Lionel Messi y Juan Román Riquelme.
“A mí me pasó que por ahí me bajoneaba porque teníamos cancha de tierra, porque el viento no nos acompaña para jugar, a veces los fines de semana no se podía jugar por las condiciones climáticas o los estados de las canchas. Eso por ahí te deprime un poco el sueño pero si se puede, nunca hay que bajar los brazos, siempre una puerta se va a abrir. Mi papá hizo que todo esto sea posible”, concluyó el Rusito Guzmán.
